DRACENA
DRACENA
No es casualidad el nombre “Dracaena”, viene del griego “drakaina = Dragon” (refiriéndose a la Dracaena draco, un árbol de hoja perenne subtropical). La Dracena produce una resina roja que hechiceros, alquimistas y curanderos usaban para curar hemorragias, llagas, úlceras o incluso la lepra. Incluso blanqueaban los utensilios y demás parafernalia, además de eliminar el moho.
Las variedades más conocidas de Dracena, utilizadas como plantas caseras, son la Dracaena deremensis, marginata y fragrans.
Hoy sabemos que en el aire que respiramos en casa, hay una pequeña concentración de sustancias tóxicas provenientes de diversas fuentes: además de productos químicos, internos o externos, que forman la contaminación del aire, también contribuyen organismos pequeños como partículas de polen. Esta contaminación puede llegar a afectar a personas que permanecen demasiado tiempo en casa o en la oficina.
Dolor de cabeza y ardor ojos, náuseas y pérdida de concentración: una planta, la Dracena podría resolver estos problemas. La Dracena también es conocida por su capacidad para absorber dióxido de carbono, emitir oxígeno, aumentando nuestra capacidad de concentración y productividad. Además, la planta es capaz de controlar la humedad en un ambiente cerrado, evitando así numerosas enfermedades.
La presencia de una Dracena en casa u oficina no conlleva efectos secundarios porque no es tóxico para los seres humanos. Sin embargo, si usted tiene una mascota, usted debe colocar la planta en un lugar donde su mascota no puede alcanzarla porque